
Orlando “Mangan” Martínez: baterista, artista plástico y chef
Sus amigos lo describen como un tipo artístico, un gran líder dentro de la banda y la energía positiva en persona. Piensa que no se necesita tener una batería para aprender a tocarla, además, admira muchísimo a su padre y sueña con ser artista plástico como él
Cuando se habla de la movida del Rock venezolano, específicamente del Indie Rock, Viniloversus es una referencia obligatoria para los fanáticos de la música. El Indie Rock es un subgénero derivado del movimiento de rock alternativo surgido en los Estados Unidos y el Reino Unido durante la década del 80. Orlando “Mangan” Martínez es el corazón de la banda, escondido detrás de la batería del cuarteto. Con apenas 24 años cursó tres años de ingeniería civil, se graduó de chef, estuvo nominado a Los Grammy junto con la banda y ahora está incursionando en el mundo de las artes plásticas.
Foto cortesía de la cuenta de Twitter @VINILOVERSUS
Justo después de culminar su ensayo en el estudio de grabación Rock and Folk, Orlando, con un cálido abrazo y una gran sonrisa, pide que caminemos hacia el estudio donde el resto de la banda espera para comenzar una sesión de fotos. Luego de saludar a los otros miembros de la banda, nos sentamos en un par de sillas cerca de la puerta del estudio para comenzar la conversación. Sus compañeros se encuentran cerca y aunque aparentan estar distraídos con otras actividades, de vez en cuando, entre bromas y risas, intervienen dándole una sensación de frescura a la conversa.
Las apariencias engañan
Foto cortesía de la cuenta de Twitter @elmangan
Detrás de esa apariencia de rockero malo: la melena, los tatuajes y la batería, se esconde un chamo que considera que su niñez fue igual que la de cualquier otro. “No sé, creo que era un chamo normal. Veía burda de comiquitas japonesas; veía Dragonball.” Se ríe un poco al hablar sobre su experiencia escolar, recordando que estudió con su colega Adrián Salas, en el Instituto Cumbres de Caracas. “Recuerdo que éramos burda de hombres juntos y todo el tiempo nos estábamos cayendo a golpes. Era como burda de testosterona junta”, dice.
El inicio
Orlando o “Mangan”, como le dicen sus amigos por su tamaño, es un tipo muy artístico con una visión positiva ante la vida. Él comenta que al salir del colegio comenzó con Vinilo y fue ahí que tuvo su primer contacto con la batería. Dice que desde pequeño siempre quiso una batería, pero no fue sino hasta los 18 años que la obtuvo por sus propios medios. “Yo desde que nací, creo, he querido tocar la batería, de hecho, mi mama se burla, me dice que cuando yo tenía como seis años, le escribí la carta al niño Jesús y le pedí una batería, pero no hubo batería. Yo me la compré.” Resulta asombroso que un baterista, al que muchos admiran, admita que antes de comenzar con su banda unos cinco años atrás jamás había tenido contacto con su instrumento. Explica que algún día escribirá un libro que diga que uno no necesita tener una batería para aprender a tocarla. “Es un tema de romper tu cerebro y que la parte derecha sea completamente independiente de la izquierda y eso es algo que no necesariamente tienes que lograr con la batería.” Cuenta que cuando comenzó con este instrumento era muy malo, pero agrega que “era como una cosa de ritmo que yo siempre sentí que lo tenía.”
Sus influencias musicales son una gama entre Blink182, Limp Bizkit, y los Beatles; Dave Grohl y Jack White. Siente gran admiración por bateristas como Patrick Keeler de The Raconteurs y John Otto de Limp Biskit. Fuera del ámbito musical, comenta, con un tono de voz muy cálido, que la persona a quién más admira es a su padre. Lo describe como un gran artista plástico, muy talentoso y un maestro. “Me ha enseñado demasiado.” La vida de Orlando ha sido influenciada por su padre de tal manera que él quiere convertirse en artista plástico también. Añade que él nació dentro de un ambiente en el que, tanto sus padres como sus abuelos, le transmitieron ese gen artístico.
“El arte es creación”
Foto cortesía de la cuenta de Twitter @elmangan
“Para mí, el arte lo es todo. Todo lo que implica creación es arte.” Además de su rol de baterista de Viniloversus, Orlando tiene un proyecto llamado TotemsOM. Este nace a raíz de su fascinación por dibujar caricaturas. Para ello, cuenta con la utilización de maderas o MDF en las que plasma a un personaje que él viene dibujando desde hace mucho tiempo, situándolo en un mundo muy colorido. “La verdad, yo los hice sin ninguna intención de nada y a mi mamá le gustaron. Mi mamá es artesana y ella los vio, le gustaron, los puso en la sala y de repente fueron dos o tres personas a la casa y le dijeron “Wow! Me gustan.” Su madre le propuso que hiciera un proyecto más serio y es de ahí que sale esa serie de TotemsOM, que están expuestos en varias galerías y también los vende desde su casa. Además, comenta que por los momentos se le hace muy difícil dedicarle tiempo a este proyecto, ya que Vinilo ocupa mucho de su tiempo aunque, de manera entusiasta, comenta que en diciembre se centrara en eso.
Un chef para los panas
Luego de graduarse, Orlando estudió ingeniería civil durante tres años y se dio cuenta de que no era algo que lo hacía feliz. Comenta que cursó los tres años de carrera puesto que era importante para sus padres que él estudiara. Cuando él decide retirarse de la carrera, el proyecto de Viniloversus aun no era lo suficientemente serio como para que sus padres entendieran que él iba a dejar todo para dedicarse únicamente a la banda. “Entre una y otra cosa a mí siempre me ha encantado cocinar y decidí sacar la carrera.” Explica que los horarios eran mucho más flexibles y eso lo ayudaba, pero no estudió la carrera con el fin de ejercerla algún día. “Cocino para mí y para mis panas, pero no es algo que haría profesionalmente.”
Neovegetariano
Cuando se llegó al tema de sus preferencias culinarias, Orlando menciona que apenas tiene seis meses como vegetariano y que, en realidad, no ha sido difícil. Explica que, de cierta manera, siempre supo que sería vegetariano y añade “a mí siempre me han encantado los vegetales.” Esta decisión fue impulsada a raíz de la creación de una cuenta de Twitter que se llama @VeggieMonday la cual fue iniciativa de Camila Ayala, Adrián Salas y él. El concepto de “Veggie Monday” o lunes de vegetales es una copia de un sistema inglés que se llama “Meatless Monday” o lunes sin carne y trata, básicamente, de que la gente se convierta en vegetariana los lunes. “Empecé como eso, pero de repente como que lo hacía lunes, martes, miércoles y de repente dije “bueno, ya. No me hace falta comer carne pues. Y tomé la decisión.”
Curiosamente, cuando se le pregunta cuál es su comida favorita él se detiene un poco a pensar y se da cuenta de que ahora, en su condición de vegetariano, no tiene alguna en específico. “Antes era la paella”. Esto causa mucha risa en su compañero Adrián Salas, a lo que él responde entre risas “Que chimbo, ¿verdad? Bueno ahorita mi comida favorita, te tendría que decir que es el Shawarma.”
¿Lo mejor y lo peor?
“Cualquiera de esos shows que realmente son una multitud enorme cantando tus canciones es increíble.” El baterista comenta que, de todos los lugares en los que han tenido la oportunidad de presentarse, su favorito tiene que ser Maracaibo en vista de que han ido muchas veces y la energía del público ha sido increíble. “Nos quieren muchísimo y este año tuvimos la oportunidad de tocar en una plaza pública y llegaron 3500 personas a vernos. Siempre ha sido una conexión muy grande con la gente de Maracaibo.”
Entre sus mejores momentos en tarima, puede recordar el 10 de Octubre de 2008 cuando se presentan por primera vez en el Poliedro de Caracas como teloneros en el concierto de la banda estadounidense de metal industrial, Nine Inch Nails en su Tour Lights in The Sky. “Uno vive demasiadas cosas en este medio pero, no sé, tener el honor de haber conocido a Trent Reznor que es este pana, el vocalista de Nine Inch Nails.” Cuenta que Reznor es una eminencia a nivel musical al igual que en otros ámbitos en vista de que él ayudó a diseñar la campaña del Presidente Obama y siendo ellos tan jóvenes fue un momento que los marcó muchísimo.
Para culminar dice que “Hay un dicho que dicen: tu peor día como músico siempre va a ser mejor que estar metido en una oficina.” Explica que tal vez el peor fue algún show en el que hubo problemas de sonido u ocurrió algún inconveniente pero que eso es parte de todo y entre risas agrega “nunca ha pasado algo así grave y que, mira se nos cayó el techo encima y la vaina fue una pálida y no, no, no (risas) nunca, gracias a Dios.”
Caracas, 30 de noviembre de 2011
‘’Para mí, el arte lo es todo’’


